
En momentos como estos me agrada sentarme a plasmar palabras en un papel, cuando no estoy haciendo ni pensando nada, cuando tengo la mente en blanco.
Aquí estoy buscando una forma de brindarle compañía a mi soledad, inventándome un personaje para conversar conmigo misma y no aburrirme en la cotidianidad, esa que me sofoca, me molesta y me inquieta al mismo tiempo que me hace sonreír y sentirme feliz.
Cuantos recuerdos recorren mi cabeza en este momento. Nombres. Caras. Lugares. Imágenes. Esa última que vi me sacudió por completo. Si su efecto será positivo o negativo es algo que desconozco, pero sé donde está y en cualquier momento podría caer en la tentación de verla otra vez para seguir razgándome el corazón.
Aunque ahora que lo pienso y recuerdo ese primer impacto que me causó, puedo decir que no siento lo mismo y eso es un gran avance.
Creo que estoy terminando de leer la página final del último capítulo. Es el momento de cerrar el libro.
No hay comentarios:
Publicar un comentario